En la actualidad, la implantología dental ha surgido como un pilar fundamental en el campo de la salud bucal, revolucionando la forma en que abordamos la pérdida de dientes. Más allá de restablecer la estética de una sonrisa, estos procedimientos tienen un impacto profundo en la calidad de vida de las personas.
Hoy quiero dedicar este artículo a mis compañeros de profesión, que quizás les pueda servir de utilidad.
Guido es un simpático paciente de nuestra clínica dental, proveniente de Holanda; el cual pasa los inviernos en GRAN CANARIA y ha llevado toda su vida una odontología de subsistencia, con dos aparatos removibles. Su mayor sueño en la actualidad es volver a comer con gusto y dejar el mal aliento atrás.
En ocasiones veo más que justificado realizar unas carillas de composite con cariño y en algo menos de una hora poder cambiarle la autoestima a un paciente muy querido por nosotros.
La carga inmediata y la implantología basal. ¿Qué conceptos tan ratos verdad?
Les presento un caso cotidiano de mi día a día.
Este es un claro ejemplo de como un paciente sin haberle visto nunca en nuestra clínica dental, viene con tres muelas rotas y se va en la misma mañana con 3 dientes listos para comer y disfrutar de la vida.
Este es el caso de Juan. Se trataba para nosotros de un paciente muy especial; al cual le hemos realizado una doble arcada completa simultánea en el mismo día. Con esta planificación Juan pudo rehabilitar su calidad funcional y estética.
Este es un caso muy explicativo y visual de las diferencias sustanciales, existentes entre un implante basal y uno normal o convencional.
Este es el caso de Isabel, estaba harta de llevar un aparato removible y que le fastidiasen los dientes, unido a una falta de comodidad y seguridad en la mordida.